20 de marzo de 2009

Vivir en una dictadura

Muchas personas han luchado por conseguir la democracia. Muchos seguimos luchando por conservarla. Sin embargo, algunos, han instaurado en nuestro municipio una dictadura. Parece una palabra muy fuerte, muy gruesa, pero así es. Para nuestra desgracia en nuestro municipio se ha instalado una dictadura con todas sus letras, en su dureza más extrema. Y además una dictadura hereditaria. El "régimen sanchista" lo ha conseguido.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua define dictador como "persona que abusa de su autoridad o trata con dureza a los demás y ejerce su poder sin limitación jurídica". Y creo sinceramente que nosotros tenemos uno. A pesar de haber dejado de ser alcalde, manda más que antes y sigue dirigiendo el municipio a su antojo con el beneplácito de su hija, que por ser alcaldesa se ha vendido al demonio, sin pensar que para ser alcaldesa debe ser elegida por el pueblo y no por su padre.

Los dictadores tradicionalmente han tenido siempre miedo a la palabra, miedo a la verdad. En Albuñol pasa algo parecido. Los que no somos fieles al régimen y además nos atrevemos a levantar la voz, se nos persigue, se nos castiga y se nos niega cualquier derecho que emane del ayuntamiento. Se intenta hacernos la vida imposible usando las armas de las que disponen. Los vecinos que no son fieles y subordinados a los ‘Sánchez’ no tienen derecho a nada. No pueden obtener licencias municipales. Siempre te piden más papeles, todo son inconvenientes… Ni se te ocurra optar a un empleo en el ayuntamiento si no le ríes las gracias al dictador, y ahora también a la hija. A los que somos tan malos se nos persigue en lo personal y en lo profesional, y si le pueden hacer daño a nuestra familia, lo harán.

Un dictador se permite tener incomunicado a Los Castillas durante un mes para realizar unas obras. Y nadie puede levantar la voz ni quejarse porque lo único que puedes recibir a cambio es un insulto, unas cuantas voces y algún que otro improperio. Jamás habíamos escuchado insultar a un vecino en público hasta que llegó nuestro querido D. José.

Un dictador es el que nunca asume sus errores culpando siempre a los que no opinamos como él. Nos llama terroristas, talibanes, usa la radio municipal para insultarnos. Ya solo falta que nos llame comunistas, como hacía el tío paco (¿tendrá algo que ver lo de tito Heredia con lo del tío paco?).

Me sorprende el ambiente que se ha creado en nuestro municipio. Ya parece normal que se persiga y castigue a los infieles. Ya parece normal que los infieles no tengan derecho a trabajar para el ayuntamiento. Ya parece normal que los fieles puedan abrir negocios y construir sin licencia municipal y que los infieles nunca terminen de llevar al último papel. En Albuñol vivimos en un APARTHEID. Buenos y fieles por un lado con todos los derechos y sin deberes, y los malos e infieles por otro, sin derechos y con todos los deberes.

Y lo que más me duele es que la mayoría crean que esto no tiene arreglo. Me niego a aceptarlo. Estamos luchando y seguiremos luchando para que la democracia, la educación y el respeto al que no opina como nosotros se abra paso en nuestro pueblo, regrese a nuestras vidas.

Creemos en la democracia, no creemos en llegar al poder a cualquier precio, no creemos en aquel que decía que ‘en la política no hay dignidad, solo importa llegar al poder’ (¿Recordará la Sra. Alcaldesa quién lo dijo?). Creemos en la verdad, aunque duela.

Un saludo y a luchar por la democracia.

16 de marzo de 2009

El municipio en fotos: entrada al Cortijo Bajo.

Son muchas las fotos que nos están llegando durante estos días. Ante todo, pedimos disculpas si tardamos un poco en publicarlas todas. Hoy publicamos una fotografía de la entrada del Cortijo Bajo que nos ha enviado un vecino a nuestra dirección de correo electrónico (destierro.socialista@hotmail.com). Juzguen ustedes mismos.

1 de marzo de 2009

Alcaldesa efímera

No se si se han parado a pensar un momento en una cosa importante, derivada del nombramiento de la supuesta nueva alcaldesa. Resulta que tenemos una alcaldesa a tiempo parcial. Sí, una alcaldesa efímera, que no está. Mientras la alcaldesa fantasma pasa por el Ayuntamiento un par de veces por semana, es su padre, el Teniente, quien sigue dirigiendo, con sus manos manchadas de tiranía y dictadura, las cuestiones municipales.

Estarán de acuerdo en que nuestro Ayuntamiento no está precisamente para hacer experimentos extraños. Requerimos de un alcalde o alcaldesa que gestione y trabaje las 24 horas del día por sacar al municipio de la lamentable situación en la que se encuentra. No estamos para juegos, ni para trampas. Sin embargo, el sanchismo juega con la política pensando en su beneficio personal, y le da igual quién, cuándo y de qué manera se encargue de algo tan importante como debiera ser la alcaldía. No es serio que la alcaldesa, la de todos, no tenga una dedicación exclusiva en sus labores como tal, y delegue en su padre, el Teniente, el ejercicio que le debe corresponder a ella.

Las razones por las que esto ocurre parecen estar bastante claras. Déjenme que les explique. Resulta que el salario que la alcaldesa percibe actualmente en su trabajo como técnica de gestión presupuestaria y contable en el ayuntamiento de Castell de Ferro, es muy superior al que percibiría como regidora municipal. Por eso, prefiere no cobrar como alcaldesa y seguir en su trabajo actual. Así es, tan simple como eso. Prefiere trabajar para el ayuntamiento que más le paga, y no como al alcaldesa del suyo propio.

¿Y a esto lo llaman "vocación de servicio público"?, ¿esta es la joven política que iba a revolucionar la gestión municipal?, ¿esta es quien iba a darlo todo por su pueblo? Pues más bien se trata de todo lo contrario. La situación viene a demostrar cúanto le importa el municipio a Maria José en particular y al sanchismo en general; y de qué manera, con qué orden y capacidad de coordinación dirigen el ayuntamiento. Se ríen de todos los vecinos. Nos vemos en definitiva inmersos en una situación surrealista, que no tiene ni pies ni cabeza. Una situación que no va a ayudar en nada a que mejoren las cosas en nuestro municipio. Todo ello, no olvidemos, con el permiso del Partido Independiente de La Rábita y el PSA, lo cual hace que el asunta sea más vergonzoso si cabe. (Por cierto, ¿dónde está la oposición del PP?, ¿se habrán vuelto invisibles como la alcaldesa?).

Todos los vecinos y vecinas sabemos cómo están nuestros pueblos. También sabemos que pocas veces hemos estado peor en temas como las infrastructuras, el empleo, la economía, la cultura, ... Pero no se ve una salida clara, y para más inri, el sanchismo representado por Maria José y su padre, el Teniente, no dejan de acrentar esta patética situación.

Por ello, como ciudadanos preocupados por la vida municipal, debemos exigir a nuestra flamante alcaldesa que cumpla con sus obligaciones como tal, y que ponga todo su esfuerzo y empeño en cumplir con las labores para las que ha sido encomendada. O pensandolo bien, viendo su interés por trabajar por el muncipio,
si no está interesada en ello, mejor que no haga nada y que se quede en casa.