Carta abierta al Alcalde de Albuñol

Carta abierta al alcalde de Albuñol

El pasado viernes 30 de mayo fue un día al que podemos definir como “un tanto especial”. Especial porque se nos presentó la policía judicial para ejecutar un embargo de bienes contra el alcalde, la tesorera y el interventor por firmar un pagaré sin fondos. En este Ayuntamiento parece ser práctica habitual, aunque no por ello correcto. Pero este “pequeño” acontecimiento no es el tema que me hace escribir esta carta sino que sirve como punto de partida para los acontecimientos que posteriormente ocurrieron.

Poco después de las una y media, cuando ya había terminado mi jornada de trabajo y no me encontraba en las oficinas del ayuntamiento, saliste de tu despacho, seguro que cabreado por el embargo, y empezaste a insultarme diciendo que era un vago, que no me ganaba el sueldo que me llevaba a mi casa, que estaba saqueando el ayuntamiento, que era un sindicalista de mierda y otros calificativos que no quiero enumerar pero que son los habituales en ti y que responden al nivel de educación que tienes, es decir ninguna. Pero claro, con todos los “cojones” que dices tener, no fuiste capaz de decir mi nombre y tuviste que esperar a que no estuviera para cantar tu recital. Claro está, si yo hubiera estado, posiblemente no hubieras sido capaz de decir todo lo que dijiste. Hiciste como es tu costumbre, tirar la piedra y esconder la mano. Seguramente no me nombraste porque sabes que de haberlo hecho tendrías que demostrar tus falsas acusaciones en un juzgado. Las personas que hacen lo que tú solo tienen un nombre: COBARDES. Eres un cobarde, ya que no hubieras sido capaz de decir todo aquello estando yo presente.

Solo te quiero decir algunas cosas, y como ves firmo esta carta para que sepas que quién soy. Los vecinos de Albuñol saben el trabajo que hago, cómo atiendo a la gente que necesita de mi trabajo y ellos son los que tienen derecho a juzgarme. Es lo que a mí me importa. Tu opinión es la única que no me interesa.

Me hace especial gracia cuando me dices que estoy saqueando el ayuntamiento. Mira, José Sánchez, el único que saquea el ayuntamiento eres tú. Porque saquear el ayuntamiento es llevarlo a una deuda de más de mil millones de pesetas sin saber donde está esa cantidad de dinero. Saquear al ayuntamiento es despilfarrar el dinero en jornales para conseguir los votos que te mantienen en el poder. Saquear el ayuntamiento es poner a dos personas en el mismo puesto porque el primero no te alaba. Saquear el ayuntamiento es quintuplicar el gasto en las casas del barrio chino construyendo casas nuevas donde el proyecto únicamente exigía una rehabilitación. Saquear el ayuntamiento es pagar a tus funcionarios preferidos mil euros mensuales más de lo que hace otro de similar categoría pero que no te “adora”. Saquear el ayuntamiento es malvender los solares municipales para tener liquidez y seguir generando puestos de trabajo, como tú dices, Y mejor parar, porque me falta papel.

A lo que yo sí te reto es que demuestres tus afirmaciones, porque si soy un vago y no trabajo, lo que tienes que hacer es abrirme un expediente y vernos la cara en los juzgados a ver si trabajo o no trabajo. Te pido de verdad que lo hagas. Además te reto a que pongas a cualquiera de tus funcionarios preferidos, los que sí se ganan el sueldo, en mi puesto y hagan más trabajo que yo. Pero seguro que lo que harás es esconderte, dar la callada por respuesta y dentro de poco, otro día cuando yo no esté, volverás a arremeter contra mí, eso sí, sin dar mi nombre.