Ya llegaron las primeras represalias

O al menos eso piensa el Sr. Alcalde. Tres días después de la publicación de mi “carta abierta al alcalde” recibo este escrito de mi jefe dándome un plazo de una semana para dejar todas las tareas que vengo realizando en el área de recaudación para ponerme inmediatamente a tramitar los expedientes de multas de tráfico. (Adjunto el escrito, redactado por su gabinete de prensa, supongo, para que el que quiera pueda leerlo y observar el tono chulesco con el que se dirige a mí). Se cree el pobre hombre, que asignándome tareas que no corresponden a mi categoría profesional (soy funcionario del grupo A, titulado superior) me va a quitar el sueño. Nunca se me han caído los anillos por realizar cualquier tarea que se me haya asignado, aunque creo, que mi jefe piensa que estoy sufriendo por ello. Aunque lo que realmente pretende es convertirme en el malo de la película, convirtiéndome en el que multa, el que no quita las multas, etc. y él convertirse en el bueno, en el que quita las multas a aquellos que le son fieles, claro. Los demás, a pagar, que Juan Cara tiene la culpa.

Lo que si es cierto, es que las represalias llegarán, y prometo dar a conocer todos los intentos de este individuo por desprestigiarme y perseguirme aprovechando su cargo. Nos divertiremos con el culebrón.

Lo que si es cierto, y bromas aparte, es que quiero agradecer a todos aquellos vecinos que me han felicitado, parándome incluso por la calle, por haber tenido la valentía de decir las cosas claras, directas y sin esconderme. Nunca pensé que una carta en un blog desconocido en Internet pudiera ser consultado tanto y desde tantos sitios y haber causado el revuelo que ha causado. Gracias de verdad a todos por el interés mostrado.

Agradezco igualmente a todos aquellos que me advierten sobre lo que se me puede venir encima. Comentarios como “ten cuidado este tío nunca va de frente”, “no parará hasta joderte”, etc. han sido habituales. Quiero deciros desde aquí que es cierto que este hombre ha instaurado el régimen del miedo en Albuñol, en pleno siglo XXI. He sido y sigo siendo testigo todo lo que hace desde la alcaldía para perseguir, perjudicar y maltratar a todos aquellos que no le han votado, no le apoyan o se atreven a levantar la voz. Y también soy testigo a diario de lo que es capaz de permitir haciendo la vista gorda, a todos los que sí le son fieles y se quitan la gorra antes de entrar al despaso de su ilustrísima. En fin, eso es lo que tenemos, pero desde aquí os pediría que en la medida de lo posible no tengáis miedo porque eso lo hace más fuerte.

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