Otro sánchez a vivir del bote.

El pasado día 1 nuestra alcaldesa decidió ponerse un sueldo en el ayuntamiento, porque su cuerpo “ya no resistía más”. Según nos contó eran unos 33.000 euros, pero se le olvidó decirnos que a esa cantidad había que sumar los gastos de seguridad social llegando por tanto a un coste aproximado de entre 45.000 y 50.000 euros. A esto además las famosas dietas y desplazamientos, cantidad que a día de hoy, nuestra alcaldesa se le ha olvidado decirnos a cuánto ascienden. Pero hay que recordar las palabras de la niña en el Pleno en la que decía que esto no incrementaba el gasto del ayuntamiento ya que eran partidas ya existentes.

Nosotros creemos que el alcalde del ayuntamiento de Albuñol debe estar liberado y cobrar por su trabajo al frente del ayuntamiento. Lo que no entendemos es por qué se libera en este momento y no lo hizo cuando tomó posesión de su cargo. Bueno sí lo sabemos, y no es más que otra medida electoralista encaminada a estar más visible al público y poder dedicarse en cuerpo y alma a la campaña electoral para las próximas elecciones de mayo en las que tanto se juega.

Es bueno recordar, que cuando a papá le pusieron su sueldo lo justificaron diciendo que como la hija no iba a cobrar, alguien tenía que estar al cargo del ayuntamiento en cuerpo y alma y que ese iba a ser papuchi. Por tanto ahora, ¿por qué sigue cobrando papuchi si ya está la hija dedicada en cuerpo y alma al ayuntamiento? Nosotros y todo el pueblo lo sabe: papuchi está cobrando por no tiene ni oficio ni beneficio. Es una persona que vive de la política. ¿A qué se dedicaría el tito si no cobrara del ayuntamiento? ¿Cómo iba a cotizar los años que le quedan hasta jubilarse? ¿Es necesario un superencargado de obras, cuándo ya tenemos tres encargados?

La respuesta a estas preguntas todos las sabemos, todos las sufrimos y lo que es peor, con nuestro trabajo, con nuestros impuestos, todos lo pagamos.